Orígenes
Para establecer los orígenes del balonmano los
investigadores tratan de buscar similitudes y puntos de contacto con juegos
propios de los griegos y los romanos.
Parece lógico pensar que la agilidad del hombre con sus manos pudo llevarle ya
en las primeras civilizaciones conocidas a utilizarlas para sus juegos. Sin
embargo, el balonmano, tal y como se entiende ahora, es un deporte realmente
muy joven, del primer cuarto del siglo XX.
En cualquier caso, también es cierto que en la antigua
Grecia existió el «juego de urania», en el que se usaba un balón de medidas
parecida a una manzana que debía ser sostenido en el aire. En uno de los libros
fundamentales de la literatura clásica, La Odisea, Homero habla
de este juego y explica cómo dos de sus protagonistas lanzaban la pelota al
aire en dirección a las nubes y la cogían saltando, antes de que sus pies
volvieran a pisar el suelo. Algunas escenas de este tipo de diversión fueron
halladas en la muralla de Atenas en 1926.
Posteriormente, también entre los romanos el médico Claudio
Galeno había aconsejado a sus enfermos la práctica del harpastum,
una modalidad que se realizaba con una pelota y con las manos. Aquello
aconteció alrededor de los años 150 a. de C. Mucho
más adelante, ya en la Edad Media, el trovador Walter
Von der Vogelwide describió asimismo el «juego de la pelota», que consistía en
atrapar el balón en vuelo de una forma parecida a como se lo pasan ahora los
jugadores de balonmano. Era practicado principalmente en la Corte y los
trovadores lo bautizaron como el «primer juego de verano». De todos modos, era
una práctica deportiva no estructurada, sin ningún tipo de reglamento ni de
normas.
Actualidad
El balonmano se desarrolló a partir de una serie de juegos
similares, que estuvieron en vigor al comienzo del siglo XX,
practicados en el centro y norte de Europa.
En 1926 se
estableció el Reglamento Internacional de Balonmano; en 1928 se fundó la
Federación Internacional Amateur de Balonmano por once países durante los IX Juegos Olímpicos de Verano.
Este organismo más tarde se convirtió en la actual Federación Internacional de
Balonmano(IHF).
En la primera parte del siglo XX, el balonmano fue jugado en
el estilo de once contra once, que se practicaba al aire libre en campos
de fútbol y, de hecho, esta versión del juego sigue siendo practicada
por personas en países como Austria y Alemania.
A medida que la popularidad del balonmano comienza a
aumentar en toda Europa, empiezan a estudiarse nuevas modificaciones en el
norte de Europa, debido a su clima más frío. La necesidad de practicar el
balonmano en interior se hizo evidente. En su modalidad de interior, este
deporte se transformó en un juego más rápido y vistoso, que ayudó a que el
resto de Europa empezara a practicarlo.
En 1954 la IHF organiza el
primer Campeonato del Mundo
Masculino, convirtiéndose Suecia en
campeona. Tres años más tarde Checoslovaquia ganó
el primer Mundial de Balonmano Femenino.
Los países escandinavos, junto con Alemania y
la antigua Unión Soviética, fueron las potencias en el
mundo del balonmano. Esto ha ido cambiando durante las últimas décadas, debido
a que la popularidad de este deporte ha aumentado en el resto de países
europeos (con las excepciones de Italia y
el Reino
Unido), así como en el Norte de África, principalmente por la influencia
francesa.
El balonmano de interior y al aire libre gozaron de la misma
popularidad hasta finales de la década de 1960. En 1965 el Comité Olímpico
Internacional aprobó la modalidad de interior para que se practicara
en los Juegos Olímpicos y con el nombre de
'balonmano', el cual ahora se refiere exclusivamente al balonmano a siete.
Siendo su primera participación en categoría masculina en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972 y
en categoría femenina en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976.
El balonmano es amplaíamente practicado en Europa, pero aún
no ha conseguido ganar popularidad en el resto del mundo: aún cuenta como un
deporte minoritario y de escasa relevancia en los países de habla
inglesa, en América (donde últimamente países como Brasil y Argentina han
mejorado su nivel competitivo), África y Asia (continentes
donde solamente es practicado profesionalmente en algunos países árabes, y en
el caso del balonmano femenino por Corea
del Sur y Angola). Los equipos de estos países compiten regularmente en
los campeonatos mundiales y en los torneos Olímpicos,
pero sin entrar en el ranking de las mejores naciones del mundo.
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